La depresión es un problema de salud mental que se destaca por sentirse triste y tener un estado de ánimo bajo, lo que puede afectar la forma en que una persona se comporta, su nivel de actividad y su pensamiento.
Es una de las enfermedades más comunes en consultas médicas generales y es la principal razón por la que las personas buscan ayuda psicológica, causando discapacidad relacionada con la salud mental.
Se presenta más a menudo en mujeres y en personas menores de 45 años.
El uso de medicamentos para la mente y/o terapia pueden ayudar a aliviar los síntomas en la mayoría de los casos, ya sea parcial o completamente. Después de superar los síntomas de la tristeza, es importante continuar tomando medicamentos para la depresión durante el tiempo que sea necesario para prevenir que vuelvan los síntomas. En ocasiones, el tratamiento tendrá que ser continuo para siempre.
¿Qué señales muestra la depresión?
Los principales signos de la depresión son sentirse muy triste, perder interés en las cosas y no poder disfrutar, además de tener poca energía que limita la actividad y causa cansancio excesivo, incluso tras hacer cosas simples.
También pueden surgir otros signos, como sentirse culpable o incapaz, estar irritable, tener pensamientos negativos sobre el futuro, pensar en la muerte o en el suicidio, perder la confianza en uno mismo o en los demás, tener dificultades para concentrarse y recordar, sentir intranquilidad, tener problemas para dormir, y experimentar falta de apetito y deseo sexual, entre otros.
Los signos más comunes son:
Tristeza extrema.
Falta de interés.
Baja energía.
Fatiga extrema.
Clases de tristeza
Las tristezas se pueden dividir fácilmente en 3 categorías.
La depresión mayor proviene más de la biología o de dentro del cuerpo, con una fuerte influencia genética y menos afectada por factores externos. Puede ocurrir varias veces y, a veces, está relacionado con la época del año.
Por otro lado, está la depresión reactiva, que ocurre cuando una persona no se adapta bien a situaciones estresantes del entorno.
La distimia, antes llamada neurosis depresiva, se caracteriza por una tristeza menos intensa que en otros tipos de depresión, que dura mucho tiempo (más de dos años), sin momentos sin síntomas y con sentimientos de incapacidad y problemas físicos. Este nuevo tipo de tristeza parece estar más relacionado con la personalidad y con el estrés que dura mucho tiempo.
Finalmente, hay un tipo de depresión llamado enmascarada, que en lugar de mostrar los síntomas mencionados anteriormente, se manifiesta a través de molestias físicas o cambios en el comportamiento.
¿Por qué las personas se deprimen?
A menos que esté relacionada con enfermedades como el Parkinson o la tuberculosis, la depresión suele ser causada por una combinación de factores biológicos, como cambios en las hormonas y en los neurotransmisores del cerebro, junto con factores psicosociales, como situaciones estresantes en la vida personal, laboral o social, y rasgos de personalidad, como los mecanismos de defensa psicológicos.
¿Cómo se detecta la depresión?
Estar muy triste o sentirse muy mal en un momento específico no es suficiente para diagnosticar depresión.
Para que esto ocurra, los síntomas deben ser lo suficientemente intensos, durar al menos 2 semanas y causar suficiente incapacidad para afectar la vida diaria de la persona.
Entrevista inicial para evaluar la situación.
Descartar enfermedades físicas a través de exámenes médicos y consultar con otros doctores especializados.
Evaluaciones psicológicas.
¿Cómo se puede ayudar a una persona que sufre de tristeza profunda?
El mejor tratamiento para la depresión dependerá de las características particulares de cada tipo de depresión y será personalizado, por lo que es muy importante tener una buena relación entre el médico y el paciente. En resumen, el tratamiento incluye terapia psicológica y medicación.
La psicoterapia brinda seguridad, confianza, comprensión y apoyo emocional. Se busca corregir pensamientos equivocados, explicar que la situación es temporal y reducir su dramatismo. Se logra que el paciente participe en su recuperación y se le enseña a anticipar posibles recaídas.
Para tratar este problema, se recetan medicamentos como antidepresivos, tranquilizantes y otros medicamentos complementarios, como hormonas tiroideas, litio o estimulantes mentales.
Finalmente, el tratamiento electroconvulsivo se lleva a cabo en ciertos casos, como en la depresión severa en adultos o la depresión que no responde a otros tratamientos, con anestesia y relajantes musculares.
Es un método seguro y los posibles efectos secundarios en la memoria suelen ser leves y temporales. Por motivos de trabajo, dinero y cultura, se limita a instrucciones específicas.